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LA FALACIA DEL PRINCIPIO 'UNA PERSONA, UN VOTO' EN LA ELECCIÓN DE LOS CONSEJEROS REGIONALES EN CHILE

En Chile, las iniciativas a favor de la descentralización han sido tímidas e insuficientes en parte por la compleja tensión entre un discurso a favor de la participación y una realidad de incentivos que hace difícil al gobierno central renunciar a poderes y atribuciones a favor de los gobiernos loca...

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Published in:Universum (Talca, Chile) Chile), 2008, Vol.23 (1), p.164-197
Main Authors: Morales Quiroga, Mauricio, Navia Lucero, Patricio
Format: Article
Language:English
Subjects:
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Description
Summary:En Chile, las iniciativas a favor de la descentralización han sido tímidas e insuficientes en parte por la compleja tensión entre un discurso a favor de la participación y una realidad de incentivos que hace difícil al gobierno central renunciar a poderes y atribuciones a favor de los gobiernos locales. Los Consejos Regionales han sido una de las pocas iniciativas exitosas de otorgar mayor poder a los gobiernos regionales. Creados en 1993, los CORES poseen significativos poderes y atribuciones. Aunque son un paso en la dirección correcta, los CORES presentan problemas de diseño que debilitan su legitimidad. Ya que sus miembros son electos a través de mecanismos de democracia indirecta, los CORES adicionalmente presentan un interesante caso de estudio sobre representación democrática. En este trabajo cuestionamos dicha legitimidad a partir del principio de representación democrática. El sistema electoral utilizado para escoger a los CORES genera distorsiones que sistemáticamente desfavorecen a las comunas de mayor población. Si bien constituyen un paso en la dirección correcta en materia de descentralización, el proceso de elección de los CORES no contribuye a mejorar la representación democrática.Pro-decentralization initiatives in Chile have been limited and insufficient in part due to the complex tension between a pro-participation message and a reality of structural incentives that makes it difficult for the central government to renounce to powers and attributions in favor of local governments. The Regional Councils (CORES) are among the few successful initiatives to grant additional powers to regional governments. Created in 1993, the CORES posses significant attributions. Yet, despite being a step in the right direction, CORES have design problems that weaken their legitimacy. Because their members are elected through indirect democracy mechanisms, CORES offer an especially interesting case study of democracy. Here, we question the legitimacy of COREs from a representative democracy viewpoint. In addition, the electoral system in place to elect CORE members systematically discriminates against more populous municipalities. Although they can be seeing as a step in the right direction in terms of decentralization, the election rules in place for CORE members do not contribute to strengthen representative democracy.
ISSN:0718-2376
0716-498X
0718-2376
DOI:10.4067/S0718-23762008000100009