Gracián, Góngora y los límites del conceptismo

• Published in: Bulletin of Hispanic studies (Liverpool : Liverpool University Press : 1996) 2020-06, Vol.97 (6), p.595-614
• Main Author: REY, ALFONSO
• Format: Article
• Language: English
• ISSN: 1475-3839; 1478-3398
• DOI: 10.3828/bhs.2020.34

La noción de conceptismo, acuñada por diversos teóricos italianos del Seicento, constituye un aspecto menor dentro del pensamiento crítico-literario del período barroco, porque Aristóteles, Horacio y Quintiliano concedieron un valor limitado a las nociones de acutum e ingenium, base del conceptismo. Dentro de España, Gracián expuso su teoría sobre el concepto en Agudeza y arte de ingenio (1642-1648), presumiblemente inspirado en Mateo Peregrini. Pese al realce que otorgó al concepto, en la práctica Gracián lo puso al servicio del docere, reflejo de una formación clásica que le llevó a desdeñar el Polifemo y las Soledades. Por su parte, Góngora no ofreció ninguna explicación teórica de su brillante estilo conceptista, pues, a diferencia de Lope de Vega, Jáuregui, Quevedo o Carrillo, no escribió páginas de teoría literaria. Ya en el siglo XVII hubo opiniones contrarias a una concepción meramente formal de la literatura, y tales actitudes deben ser valoradas como parte del permanente debate en torno a la finalidad de la literatura y el equilibrio entre la imitación de la realidad y la belleza formal. The notion of conceptism, as proposed by several Italian theorists of the Seicento, represents a minor strand of European criticism of the Baroque period, because the classical treatises of Aristotle, Quintilian and Horace had paid little attention to the notions of acutum and ingenium, which served as the basis for conceptism. In Spain Gracián first gave prominence to the term concepto in his Agudeza y arte de ingenio (1642-1648), a work presumably inspired by Mateo Peregrini. However, Gracián understood this notion, under the influence of Aristotle, as a part of docere, and consequently he disapproved of the virtuosity and witty brilliance of such poems as Polifemo and Soledades. As regards Góngora, despite his liveliness and fondness for intricate metaphors, he neither produced a theory of concepto nor explained his views on literature, unlike Lope de Vega, Jáuregui, Quevedo and Carrillo, who all did so in their theoretical treatises. The aesthetic views opposing conceptismo, which emerged during the seventeenth century, must be re-evaluated and interpreted within the general discussion of the final aims of literature and the balance between mimesis, didactic purpose and formal beauty.