Loading…
LA DEGRADACION DE LA CAPA DEL OZONO: UN ENORME DESAFIO PARA LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
Desde los años setenta en que comienza a conocerse que los clorofluorocarbonos destruyen la capa de ozono, se vienen desarrollando esfuerzos muy importantes para conocer debidamente el origen de este problema y sus efectos nocivos sobre nuestro Planeta. Diversos sujetos se han visto implicados por l...
Saved in:
Published in: | Revista española de derecho internacional 1994-07, Vol.46 (2), p.533-556 |
---|---|
Main Author: | |
Format: | Article |
Language: | Spanish |
Subjects: | |
Online Access: | Get full text |
Tags: |
Add Tag
No Tags, Be the first to tag this record!
|
Summary: | Desde los años setenta en que comienza a conocerse que los clorofluorocarbonos destruyen la capa de ozono, se vienen desarrollando esfuerzos muy importantes para conocer debidamente el origen de este problema y sus efectos nocivos sobre nuestro Planeta. Diversos sujetos se han visto implicados por las repercusiones de los progresivos descubrimientos científicos. Frente a los particulares intereses de las multinacionales, las Organizaciones internacionales vienen defendiendo la preservación de la capa de ozono. Muchos Estados (y con ellos la Comunidad Europea) han suscrito el Convenio de Viena de 1985 y el Protocolo de Montreal de 1987, junto con sus modificaciones, al objeto de suprimir la producción y el consumo de las sustancias que degradan el ozono. Con ellos se promueve la investigación y la cooperación, y se establecen una serie de medidas para controlar las actividades perjudiciales y para intercambiar informaciones científicas, técnicas, socioeconómicas y jurídicas, etc. Se trata, en suma, de soluciones internacionales con resultados prácticos a largo plazo, por lo que la comunidad internacional debe profundizar en nuevas respuestas solidarias si quiere vencer el enorme desafío al que se enfrenta. In the seventies, man became aware that the ozone layer was being destroyed by chemical substances (carbon, nitrogen, chlorine, bromine and hydrogen substances). Since then, very important efforts have been devoted to know the origin of the problem and its possible adverse effects on human health and the environment. The repercussions of the scientific discoveries have involved different subjects. Opposite the multinationals' private interests, the International Organizations defend the protection of the ozone layer. Vienna's Convention (1985) and Montreal's Protocol (1987), with their modifications, tend to suppress the production and the consumption of all substances that degrade ozone. Many States, including the European Community, have signed them. By these multilateral agreements, research and cooperation are promoted; appropriate measures are taken in order to control activities that have or are likely to have adverse effects and to exchange scientific, technical, socio-economic and legal informations. These are, in short, international solutions with practical long-dated results. If the International Community wants to win this huge challenge, it needs to deepen with new solidarity arguments. |
---|---|
ISSN: | 0034-9380 2387-1253 |